La Dra Espinosa nos cuenta de primera mano, su experiencia en Camerún:
La sonrisa de agradecimiento que recibes cuando ayudas a alguien es el mejor regalo que uno puede tener. Y sí, en todas partes del mundo nos comunicamos igual a través de esa curva que se dibuja en la cara cuando alguien quiere hablar en silencio.
Tengo la gran oportunidad de poder comprobarlo en mi día a día con mi profesión y en mis viajes de cooperación. Aprovecho para destacar la gran labor de las ONGs con las que he colaborado: BORN TO LEARN y, más recientemente, IDIWAKA. Con la primera en una escuela de Tanzania donde aprendes de los niños a los que vas a enseñar. Y con Idiwaka realizando una campaña de ginecología, en la que trabajamos conjuntamente con el equipo del Hospital St Vincent de Paul (Dschang, Camerún) para mejorar la salud de las mujeres y, con ello, la de toda una sociedad.
Cada vivencia te hace darte cuenta de que la ilusión de la gente traspasa fronteras, pudiendo conseguir cualquier objetivo que nos propongamos. Juntos mejor. Cada uno aporta su granito de arena y con eso se construyen cimientos tan fuertes que hacen crecer grandes proyectos de vida. Compartir la experiencia de cada persona, lugar y cultura para continuar creciendo juntos.
Ayudándonos unos a otros para contagiar, al que tengamos al lado, esas ganas de vivir.
Lo que está claro es que siempre se recibe más de lo que se da. Afortunados aquellos que lo sabemos valorar porque, como siempre digo: Ser sanitario no es una profesión, es un modo de vida donde poder ayudar a los demás, dentro y fuera del hospital.
¡MUCHAS GRACIAS POR TANTAS SONRISAS!
EVERYBODY SMILES IN THE SAME LANGUAGE