Enriquécete mental y físicamente durante el confinamiento. La expansión del coronavirus ha supuesto un gran cambio global en nuestras vidas, un impacto tremendo que estamos experimentando en nuestras actividades cotidianas. Es normal sentir intensas emociones de tristeza, miedo o sentimiento de vulnerabilidad y desamparo. No obstante, recuerda que esto es resultado de unas circunstancias muy concretas que el ser humano no se había imaginado.
La fácil disponibilidad de información no ayuda a calmar estas emociones, sino todo lo contrario, afectando a nuestro sistema emocional de una forma tan salvaje. Pero, calma, todo pasará y volveremos a poder disfrutar de la compañía de nuestros amigos y familiares – de hecho, creo que lo haremos de una forma más intensa que antes, dando mucho más valor a esas pequeñas cosas que se nos ha arrebatado de la noche a la mañana como es el contacto social.
Durante el tiempo que dure esta situación, es importante que te mantengas fuerte tanto mental como físicamente. Hay ciertos ejercicios que te pueden ayudar a centrar lo que tú sí que puedes controlar: tus emociones y tu cuerpo.
Tus emociones:
- Reconoce tus emociones y cambia el foco. Canaliza esa energía en pensamiento positivo y nunca las retro alimentes con información innecesaria.
- Haz ejercicios de respiración y relajación para liberar tu mente
- Practica la atención plena – siente, observa tus emociones y no juzgues.
- Medita y presta atención a lo esencial, a ti.
- Lleva un diario de emociones, es muy terapéutico y nos ayudará a ver con perspectiva y reflexionar. Esta práctica nos ayudará a evitar el síndrome del impostor tan común entre las mujeres.
Tu cuerpo, en especial el suelo pélvico, para aquellas de vosotras que estáis en la parte más bonita de vuestra vida, como es el embarazo. Aquí os dejamos tres ejercicios básicos:
LEVANTA LA PELVIS
Túmbate con las rodillas flexionadas y los pies en el suelo sobre una toalla para conseguir un efecto de relajación. La toalla debe quedar presionada debajo de tu sacro.
- Eleva la pelvis apretando los glúteos y llevando el ombligo hacia tu espalda.
- Mantén las piernas firmes y los pies planos en el suelo.
- Baja despacio y repite 15 veces.
CONTRACCIONES CONTROLADAS
Apoyada sobre tus antebrazos y a cuatro patas sobre el suelo:
- Aprieta el abdómen, llevando el ombligo hacia la espalda y a la vez siente cómo la zona pélvica “sube” y se contrae.
- Mantén esta contracción contando hasta 10, relaja y repite 15 veces el movimiento.
CONECTANDO EL ABDOMEN
Colócate boca abajo con una pierna flexionada hacia un lado. Apoya la cabeza en los brazos y relaja la espalda.
- Aprieta los glúteos y contrae a la vez el abdomen llevando de forma exagerada el ombligo hacia la espalda.
- Sentirás como tu estómago se despega levemente del suelo en cada contracción, no te asustes, lo estás haciendo fenomenal.
- Relaja y repite 15 veces.
Puedes combinar perfectamente los ejercicios físicos de pelvis con respiraciones de relajación emocional. Así podrás conseguir liberar tu mente y tus emociones mientras te fortaleces físicamente.
Recuerda, supera tus miedos circunstanciales para poder aprender de esta situación que se presenta. Sal reforzada, crece, y encuentra una felicidad plena valorando aquellas pequeñas cosas por las que merecen la pena luchar.
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